nuestros pastores

Desde que eran jóvenes, la historia de Luis y Sonia Saenz es un testimonio de amor, fe y redención. Su relación floreció en su juventud, culminando en matrimonio. Aunque sus caminos de vida eran muy diferentes—Luis luchaba contra la adicción a las drogas, mientras que Sonia nunca las había probado—su compromiso mutuo se mantuvo fuerte. Sonia permaneció a su lado, ofreciéndole apoyo incondicional y amor durante sus momentos más difíciles. Su inquebrantable fe en el potencial de Luis para cambiar fue un pilar en su relación.El punto de inflexión en la vida de Luis llegó cuando se internó en el hogar de recuperación de Alcance Victoria. Fue allí donde, a través de la fe en Jesucristo, encontró el camino hacia la sobriedad y una nueva dirección en su vida. Este viaje de transformación no fue solo para él, sino que también fortaleció la relación con Sonia. Juntos, compartieron la visión de que su experiencia podía ser una fuente de esperanza para otros. Su deseo de ayudar a aquellos que se encontraban en situaciones similares los llevó a embarcarse en un nuevo y significativo camino.
Inspirados por su fe y su propia historia, Luis y Sonia sintieron el llamado de iniciar una iglesia y una casa de recuperación. Su sueño se hizo realidad, y hoy pastorean una iglesia cristiana, dedicando sus vidas a servir a su comunidad. A través de su ministerio, ofrecen un refugio seguro, consejería y el mensaje de que la sanación y el cambio son posibles. Su vida es un faro de esperanza, demostrando que el amor, la fe y la dedicación pueden superar cualquier adversidad y transformar vidas.